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Análisis del discurso de Fundación Argentina del Mañana (página 2)




Enviado por Cristian Marty



Partes: 1, 2

Utilizando las herramientas teóricas brindadas por
Eliseo Verón, podremos establecer la estrategia discursiva
utilizada por la FADM, así como la ideología que se
expresa en sus discursos. Es necesario profundizar en el
análisis de las propuestas para repensar cuales son los
objetivos y/o fines que tiene ésta fundación.

Pregunta de Investigación:

¿Cómo se constituye ideológicamente el
discurso de la Fundación Argentina del Mañana y
cuales son las estrategias discursivas que ésta emplea a
partir del año 2001 hasta la actualidad en Argentina?

Marco Conceptual

El marco conceptual que emplearemos en esta
investigación remite a los conceptos acuñados por
Eliseo Verón, el cual establece que "la noción de
discurso designa todo fenómeno de manifestación
espacio-temporal del sentido, cualquiera sea el soporte
significante: ella no se limita, pues, a la materia significante
del lenguaje propiamente dicho. El sentido se manifiesta siempre
como investido en materia significante, bajo la forma de un
producto. Como tal remite siempre a un trabajo social de
producción: la producción social del sentido."
(Verón, 1980: 85)[7].

Desde esta perspectiva, al referirnos a los
fenómenos de sentido y su materialización en el
discurso es preciso analizar las condiciones bajo las cuales
tiene lugar su funcionamiento, de este modo puede hablarse de
condiciones de producción, circulación y
reconocimiento. La condición de "circulación" no
puede hacerse visible en el análisis más que como
la separación precisamente entre el conjunto de
producción y el conjunto de reconocimiento, el concepto
"circulación" no es más que el nombre de esta
separación. La condición de "reconocimiento"
expresa que "se reconoce al discurso como referido a su propia
relación con la realidad que describe, esta doble
relación se obtiene con un discurso que como todos se
halla sometido a determinadas condiciones de
producción…" (Verón, 1980:
156-158).

En el marco de esta conceptualización, en la
esfera de "producción" el termino ideología designa
determinadas gramáticas de producción discursiva
desde un punto de vista descriptivo: "las ideologías son
entonces formaciones históricamente determinadas e
identificables… pero al mismo tiempo necesitamos
considerar la dimensión de lo ideológico como una
dimensión analítica, propio de todo discurso
social. El concepto de lo ideológico designa no un tipo de
discurso sino una dimensión de todo discurso a saber,
aquella determinada por la relación entre las propiedades
discursivas y sus condiciones de producción…"
(Verón, 1980: 95). Desde este punto de vista se considera
que "la ideología es propia del discurso absoluto, es
decir, del discurso que se presenta como único discurso
posible sobre aquello que se habla, pero el efecto de
reconocimiento tiene lugar necesariamente en discursos que son
ideológicos en cuanto a su producción…"
(Verón, 1980: 158).

Siguiendo con este eje de análisis, cabe
destacar, que el campo discursivo de lo político implica
también un enfrentamiento, una relación con un
enemigo, en otras palabras, una lucha entre enunciadores. La
enunciación política[8]conlleva la
construcción de adversarios y aliados. Hablar de
enunciador es remitirse a la creación de un modelo
abstracto que permite el anclaje de las operaciones discusivas a
través de las cuales se construye en el discurso, la
imagen del que habla.

Verón expresa que el funcionamiento discursivo
consiste en relacionar las entidades entre si, es decir,
relacionar la imagen del que habla -"enunciador"- y la imagen de
aquel a quien se habla –"destinatario"-. Esta
relación se produce a través de lo que se
dice;
en términos del autor "la relación entre
el plano de la enunciación y el plano del enunciado es un
fenómeno del orden de la enunciación"
(Verón, 1986:20).

Podemos decir que el imaginario político supone
varios destinatarios: un destinatario positivo y un destinatario
negativo. Precisamente en el discurso político, al
construir su destinatario positivo y su destinatario negativo, el
enunciador político entra en relación con ambos. El
lazo con el primero reposa en lo que podemos llamar la "creencia
presupuesta". El destinatario positivo es esa posición que
corresponde a un receptor que participa de las mismas ideas, los
mismos valores y persigue los mismos objetivos que el enunciador.
Se definirá a este como el prodestinatario. "La
relación entre el enunciador y el prodestiantario cobra en
el discurso político la forma característica de una
identidad que llamaremos colectivo de
identificación
. El colectivo de identificación
se expresa en el nosotros inclusivo" (Verón,
1980: 67).

En oposición se encuentra el destinatario
negativo; por supuesto, excluido del colectivo de
identificación, y al que se denominará
contradestinatario. "El lazo con éste reposa por
parte del enunciador, en la hipótesis de una
inversión de la creencia: lo que es verdadero para el
enunciador es falso para el contradestinatario y viceversa, lo
que es bueno para el enunciador es malo para el
contradestinatario. En verdad ese "otro" discurso que habita todo
discurso político, no es otra cosa que la presencia
siempre latente de la lectura destructiva, que define la
posición del adversario" (Verón, 1980:
67).

Por ultimo resta clasificar a un tercer tipo de
destinatario. Éste tercer destinatario hace referencia a
la presencia de sectores de la ciudadanía que se mantiene,
en cierto modo neutros; y que en los proceso electorales son
identificados habitualmente como los indecisos, cuyos votos son
definidos en ultima instancia. Es decir que si la imagen del
prodestinatario está asociada a la presuposición de
creencias y la de contradestinatario a una inversión de
las creencias, la posición de los indecisos tiene en el
discurso político el carácter de una
hipótesis de suspensión de la creencia.
Designáremos esta posición como la del
paradestinatario, cuya finalidad del discurso político se
relaciona con la persuasión.

Ya ingresando en el plano de la enunciación,
Verón plantea la existencia de dos niveles de
funcionamiento. En primer lugar las entidades del imaginario
político;
y en un segundo nivel es el de los
componentes. El discurso político está habitado por
varios tipos de entidades que se describirá a
continuación.

El primero tiene que ver con el colectivo de
identificación marcado por el nosotros en el
plano enunciativo. Este colectivo es el sostén de la
relación que el discurso construye entre el enunciador y
su prodestinatario. El colectivo de identificación aparece
también en el plano del enunciado en la medida en que
habitualmente se lo designa de manera explícita en el
discurso, y esta designación tiene un sentido negativo
cuando se trata del colectivo de identificación de un
contradestinatario, estos colectivos de identificación son
entidades enumerables, posibles de fragmentación y
cuantificación.

En segundo lugar, se ha de mencionar a entidades
también enumerables que designan colectivos, pero que no
funcionan como operadores de identificación de los actores
en presencia, sino que corresponden a entidades más
amplias que los colectivos y que el enunciador político
coloca en posición de recepción. Estos están
dirigidos a colectivos asociados al paradestinatario.

Existen también entidades llamadas
meta-colectivos singulares, que no admiten la
cuantificación y difícilmente la
fragmentación. Llamados meta-colectivos, porque son mas
abarcadores que los colectivos propiamente políticos que
fundan la identidad de los enunciadores.

No obstante hay ciertas formas nominalizadas que el
enunciador utiliza para ritmar sus argumentos. Se trata de
expresiones, entidades, cuya función específica es
de poseer un valor metafórico respecto del conjunto de la
doctrina de un enunciador o una posición política,
ya sea con un valor positivo o negativo. La tendencia a la
autonomía de estas entidades respecto del contexto
discursivo es reforzada por el hecho de que se las utiliza
habitualmente como slogans publicitarios. A diferencia de estas
formas nominalizadoras, existen formas nominales que poseen un
poder explicativo, que facilitan la interpretación. Su
utilización supone un efecto inmediato de inteligibilidad
por parte al menos aquel que comparte la creencia. Todas estas
entidades antes nombradas permiten identificar en el discurso
rasgos, que denotan la estrategia utilizada por el
enunciador.

En el segundo nivel dentro del plano de la
enunciación, se hace mención a un aspecto
fundamental: el de los componentes. Aquí opera como
articulación entre el enunciado y la enunciación,
puesto que los componentes definen las modalidades a
través de las cuales el enunciador construye su red de
relaciones con las identidades del imaginario. Las entidades del
imaginario aparecerán bajo diversas formas en cada
componente; para la cual, el prodestinatario, el
contradestinatario, y el paradestinatario tendrán uno u
otro de los componentes como espacio favorecido de
exposición.

En este sentido se distinguirán cuatro zonas del
discurso, bajo la designación de componentes descriptivo,
didáctico, programático e interpelativo.

El componente descriptivo es aquel que esta marcado por
el ejercicio de la constatación o balance de una
situación. En esta zona del discurso político,
prevalecen los verbos en presente del indicativo. Este componente
conlleva habitualmente una lectura del pasado y una lectura de la
situación actual.

En cuanto al componente didáctico, es necesario
destacar que tanto el componente descriptivo como el
didáctico corresponden a la modalidad del saber. Pero a
diferencia del primero, en el didáctico no se emplea la
constatación. A través del componente
didáctico el enunciador no evalúa una
situación, sino que enuncia un principio general; es decir
no describe una coyuntura específica sino que manifiesta
una verdad universal. En esta zona didáctica del discurso
político, las marcas de la subjetivas por parte del
enunciador son menos habituales ya que estos principios se
enuncian en el plano intemporal de la verdad (Verón,
1980:69).

Otro de los componentes que se destaca es el
interpelativo: el mismo se relaciona con lo que en el discurso
político es del orden del deber, o para lo que el autor
designa como del orden de la necesidad deontológica. En
esta zona es donde se interpela en un mayor número de
oportunidades a los diferentes destinatarios, en especial al
prodestinatario y al paradestinatario.

En última instancia desarrollaremos el componente
programático. Es en este componente donde se hace
alusión al futuro en el discurso político. En otras
palabras es aquí donde el enunciador promete, anuncia y se
compromete con la solución de los problemas en
cuestión. El componente programático se caracteriza
por la preeminencia de las formas verbales en infinitivo que en
el futuro, estos infinitivos pueden llegar a ser reemplazado por
nominalizaciones. La modalidad de este componente es del orden
del poder hacer (Verón, 1980:70).

De acuerdo con el marco conceptual expresado, se define
la noción de estrategia como "situarse a sí mismo,
y en situar tres tipos de destinatarios diferentes por medio de
constataciones, explicaciones, prescripciones y promesas,
respecto de las entidades del imaginario: por un lado respecto de
aquellas entidades con las cuales el enunciador busca construir
una relación con los meta-colectivos y por otro respecto
de la identidad que funda la legitimidad de la toma de la
palabra, el colectivo de identificación." (Verón,
1980: 67).

En conclusión, en el desarrollo de la
investigación se tendrán en cuenta todos aquellos
rasgos del discurso susceptibles de análisis, cuya
finalidad es la de poder desentrañar las diversas
estrategias discursivas empleadas en el mismo y la
ideología de nuestro objeto de estudio.

Objetivo general:

Este proyecto tiene por objeto determinar
cómo se constituye ideológicamente el discurso de
la Fundación Argentina del Mañana y cuales
son las estrategias discursivas que esta emplea, a través
de un análisis de discurso en su principal instancia
comunicacional: www.fadm.org.ar.

Objetivos
específicos:

  • Determinar las condiciones de producción del
    discurso de la FADM y sus propiedades.

  • Establecer la relación existente entre
    condiciones de producción y las propiedades
    discursivas.

  • Reconocer los destinatarios del discurso de la FADM
    identificando al

prodestinatario, contradestinatario y
paradestinatario.

  • Analizar los componentes del discurso en la
    relación que la FADM establece con sus
    destinatarios.

  • Analizar cómo se sitúa la FADM frente
    a las entidades del imaginario y qué tipo de
    relación construye respecto de ellas

Lógica de
investigación

Eliseo Verón analiza la realidad desde un enfoque
macrosociológico, y considera como elementos fundamentales
las determinaciones sociales que atraviesan los diferentes
discursos sociales. Para Verón, "el discurso hace
referencia a un conjunto de imágenes producidas
colectivamente y que determina una visión de mundo."
(Dittus Benavente, 2006: 43)

La teoría de los discursos sociales de
Verón "(…) reposa sobre una doble hipótesis: a-
Toda producción de sentido es necesariamente social (…)
b- Todo fenómeno social es, en una de sus dimensiones
constitutivas, un proceso de producción de sentido"
(Verón, 2004: 125).

El análisis de los discursos sociales
supone una apertura al camino del estudio de la
construcción social de lo real. Este tiene como meta
develar la producción de tales construcciones sin
enredarse con un modelo subjetivista del actor, porque la
discursividad es necesariamente social, tiene un sentido
compartido por un grupo de personas en un lugar y tiempo
determinados, y por lo tanto, no puede analizarse desde la
individualidad del sujeto.

De esta manera, una de las tareas del investigador
consiste en revelar el elemento ideológico que toda
construcción social lleva consigo, teniendo en cuenta que
el mismo investigador está socialmente situado y forma
parte de su objeto de estudio, la sociedad

Verón analiza los discursos de forma
esquemática, siguiendo una lógica de
investigación tripartita. Sus estudios se inician con un
análisis de la fase de producción del discurso
político en cuestión. El autor realiza una
distinción entre la noción de "ideología",
la cual conceptualiza el plano del enunciado (una
colección de enunciados) y la "dimensión
ideológica" que se encuentra en el plano de la
enunciación, en donde "se construye la relación de
un discurso con sus condiciones sociales de producción"
(Verón, 1986:21). Es aquí donde el autor muestra
que los invariantes que caracterizan las especificidad y la
continuidad del discurso son invariantes enunciativos que operan
como elementos que determinan una manera particular de articular
la palabra política al sistema político
(Verón, 1986). Esta faceta de producción, se
verá relacionada con el último nivel de
análisis, el de reconocimiento, puesto que ambas nociones
de ideología movilizan creencias que refuerzan la
recepción discursiva. Es por esto que la
determinación de tales propiedades discursivas, se
conforman, para Verón, como aspectos fundamentales para el
análisis. También dentro de esta fase identifica
las diferentes entidades discursivas, como el prodestinatario,
paradestinatario, y contradestinatario.

En segundo nivel de análisis se sitúa la
faceta de circulación. Si bien esta no es visible ni
concreta, puede producir efectos relevantes en la
recepción del discurso. Normalmente la faceta de
"circulación" suele ser utilizada como una mera
diferenciación entre la producción y la
recepción discursiva. Pero la circulación
también puede "materializarse" adquiriendo una entidad
propia, y generar múltiples variedades de reconocimiento
discursivo, generando de esta forma, el discurso,
múltiples efectos. Los agentes que interactúan en
esta faceta de análisis son generalmente los medios y
sistemas de comunicación, los cuales pueden generar este
efecto de "aspersión" de significados.

La tercera parte del análisis se centra en la
fase de reconocimiento. Aquí, como ya dijimos
anteriormente, se evidencia la relación existente con la
faceta de producción discursiva, en la medida en que las
nociones ideológicas movilizan una creencia y a su vez
esta solventa tal recepción discursiva. Es por esto que en
esta faceta, Verón intenta observar cuales son los efectos
que generan las diversas formas de reconocimiento, y el modo en
el que la creencia opero en dicha faceta analítica
(Verón, 1986).

Por último "La conclusión intenta, en fin,
a partir del fenómeno discutir algunas consecuencias del
análisis sobre la teoría del discurso
político en general, y sintetizar el punto de vista sobre
la contribución que el análisis del discurso puede
aportar al estudio de los procesos y los movimientos
políticos" (Verón, 1986: 23).

En el desarrollo de la presente investigación nos
centraremos en la primera etapa de la lógica de
investigación que propone Verón. Es decir, nos
centraremos en las condiciones de producción del discurso
para determinar la constitución ideológica y las
estrategias discursivas utilizadas por la FADM.

Fundamentación epistémica

El actual término "semiótica" remite a una
larga historia de búsquedas y exploraciones en torno al
complejo fenómeno de la significación o de las
situaciones significantes, que han desembocado en las actuales
prácticas de desmontaje, de la más diversa
índole, aplicadas a distintas configuraciones culturales,
interesadas en los sistemas y mecanismos de la
significación. La semiótica se ocupa de signos,
sistemas sígnicos, acontecimientos sígnicos,
procesos comunicativos y funcionamientos
lingüísticos. Es decir la semiótica se ocupa
del lenguaje, entendiendo tanto la facultad de comunicar como el
ejercicio de esa facultad. Esta disciplina, por tanto, se ha
ocupado de las más diversas cuestiones: arquitectura,
cine, teatro, las modas, las señales de tránsito,
la publicidad, la literatura, los juegos, las normas de
cortesía, la televisión, los gestos, y
demás.

Dentro de la división estructural del desarrollo
de tales estudios pueden distinguirse diversas variantes. Todas
estas reconocen a la lengua, entendida como lo hemos indicado,
como objeto de estudio.

Recién en los años 70´ la
semiótica empieza a recibir la influencia de las obras que
se levantaban contra el modelo propuesto por la
lingüística saussureana y propugnaban, vía las
teorías discursivas, una toma de distancia respecto de
ella. Así es que en la semiótica también,
pero con quince años de "retraso", se empieza a
reflexionar sobre el concepto de signo. De este modo ella empieza
a entrar en lo que se puede denominar como "semiótica
de segunda generación
". El principal exponente de tal
vertiente es Charles Sanders Peirce.

Los estudios semióticos de Peirce se desarrollan
dentro de una directriz más específica que las de
los estudios Sausserianos. Saussure es lingüista mientras
que Peirce es filósofo, un lógico. Para él
lógica y semiótica son sinónimas; desde la
óptica saussureana estas son disímiles.

Peirce se preocupaba por indagar en la
problemática de la producción de conocimientos, por
saber cómo el hombre conocía. No le interesaba, por
supuesto, saber cuáles eran las operaciones que se ponen
en juego en el cerebro de las personas, sino en cómo se
producen avances en la ciencia.

Es en esta generación donde podemos ubicar los
trabajos realizados por Eliseo Verón. Y decimos que se lo
encuentra cercano a Peirce ya que postula al semiólogo
como investigador que posee la dificultad sobre el tema de las
materias de expresión, porque el que trabaja desde la
semiología (a diferencia del lingüista que trabaja
con una sola materia de la expresión) se ve enfrentado a
materias de expresión diferentes y que no sólo se
relacionan con aquella sino que en muchas oportunidades se
relacionan entre si. Esta relación de materias diversas
interviene en los procesos de producción de
sentido.

Por un lado la teoría de Verón comporta, a
través de la definición de texto, objetos concretos
(citados anteriormente como lo son el cine, la televisión,
literatura, etc.) pero por otro lado, el asunto de la
materialidad del sentido se asocia a las dos hipótesis que
sirven de base a la teoría de los discursos sociales. La
materialidad se vincula con la idea de que la semiosis es social,
es decir se trata de una "socio-semiótica" y que el
proceso de producción de sentido está condicionado
por restricciones socio-históricas (Del Coto, 2000, s/p).
De esta manera "el único camino para acceder a los
mecanismos imaginarios y simbólicos asociados al sentido
de la acción es, el ANALISIS DE LOS DISCURSOS SOCIALES"
(Verón, 1986: 13)

Conforme a Morin, una de las características de
la concepción positivista de ciencia es que eliminó
la contradicción, la ambigüedad, la
imprecisión y se fundó sobre la eliminación
de la subjetividad en la relación de conocimiento, al
enfatizar al método científico como garantía
de "objetividad".

En este sentido la Semiótica como
una metodología de investigación en ciencias
sociales, (aunque según este trabajo también provee
aportes valiosos para otros tipos de ciencias) abandona la
cuestión de cómo entrar en contacto con una
realidad independientemente de la mente y del lenguaje y rompe
así con esa vasta tradición filosófica que
vincula "ciencia", "racionalidad" y "verdad" con "validez
objetiva".La Semiótica se constituye así en un
aporte teórico-metodológico fundamental para
cuestionar los postulados del positivismo.

"Aplicada a las Ciencias Sociales, la Semiotica tiene la
tarea de veriificar la significación vigente de
un fenómeno social en una sociedad, en un tiempo y espacio
determinado". Esto no quiere decir que no se pueda aplicar como
modo de estudio permanente, verificable, a las significaciones
que hace el comentarista social en su momento.

Por otro lado, en cuanto disciplina está en
proceso de constitución. En efecto, la comunidad
científica en su conjunto aún no ha logrado un
acuerdo acerca de cómo abordar su objeto de
conocimiento
.

La sociosemiótica se encarga de realizar un
análisis semiótico (de los signos) de objetos
socialmente relevantes, intentando descubrir sus efectos de
sentido. "Así, la sociosemiótica nos propone formas
de lectura, de reconstrucción de la realidad
simbólica a partir de la identificación de los
discursos que operan en la construcción de lo social."
(Dittus Benavente, 2006: 42)

Bibliografía

  • DITTUS
    BENAVENTE, Rubén (2006) "Discurso social,
    hegemonía e imaginarios sociales: marco conceptual
    para un método sociosemiótico
    ". Revista
    "Légete Néyete, Estudios de Comunicación
    y Sociedad" Nº 6: pp. 41- 61. Junio 2006. Disponible en
    Internet:

  • ROBIN, Marie Monique (2005) Escuadrones
    de la muerte. La Escuela Francesa. Buenos Aires:
    Sudamericana.

  • SIGAL, Silvia; VERÓN, Eliseo
    (1986) "Perón o muerte". Argentina: Legasa.

  • VERÓN, Eliseo (1980) "Discurso,
    poder, poder del discurso" en Anais do primero coloquio de
    semiótica (ed.) Rio de Janeiro: Loyola –
    PUC.

  • VERÓN, Eliseo (1980) "La palabra
    adversativa" en Verón y otros (ed.) El discurso
    político. Lenguajes y acontecimientos. Buenos Aires:
    Hachette.

  • VERÓN, Eliseo (1980) "La
    semiosis social" en Mario Monteforte Toledo (coord.) El
    discurso político. México D.F.: UNAM
    Nueva Imagen, pp. 156-158.

  • VERÓN, Eliseo (2004) "La
    semiosis social: fragmentos de una teoría de la
    discursividad" Barcelona: Gedisa

  • VERÓN, Eliseo (1999) "Entre la
    epistemología y la comunicación" en "Cuadernos
    de información y comunicación" Nº 4: pp.
    149- 155. Disponible en Internet:
    http://www.ucm.es/BUCM/revistas/inf/11357991/articulos/CIYC9899110149A.PDF

  • FUNDACIÓN ARGENTINA DEL
    MAÑANA (2008) "¿Quiénes somos?"
    Disponible en Internet en: http://www.fadm.org.ar/quienes.htm
    consultado en 2008

  • SEMANA PROFESIONAL (2007)
    "Presentarán un proyecto de ley para permitir el
    matrimonio entre personas del mismo sexo". Disponible en
    Internet en: http://www.semanaprofesional.com.ar/?nota=8740&enviar
    consultado en 2008

  • "Una Aproximación A Las
    Concepciones Epistemológicas QueSubyacen A Las
    Practicas De LaEnseñanzaEn La Unt" Disponible en
    Internet:
    http://74.125.45.132/search?q=cache:exUBQzAYNO0J:rapes.unsl.edu.ar/Congresos_realizados/Congresos/IV%2520Encuentro%2520-%2520Oct-2004/eje8/081.htm+eliseo+veron+analisis+de+discurso+epistemologia&hl=es&ct=clnk&cd=7&gl=ar

  • Winkler, Paula (2005). "La
    semiótica y el conocimiento científico" en
    revista venezolana de información, Tecnología y
    conocimiento. Año 2: No 3. Disponible en Internet:
    dialnet.unirioja.es/servlet/fichero_articulo?codigo=1986541&orden=73101

 

[1] “Las incontables adhesiones,
recibidas de norte a sur del país, se hicieron valer ante
los directores de los canales y motivaron la cancelación
de programas como "Juegos nocturnos", "La marca del deseo", "Da2"
y "South Park", entre otros.”
http://www.fadm.org.ar/quienes.htm

[2] En los años 70, combatieron contra
el marxismo en países como Chile, Argentina, y Brasil,
fundamentados en la doctrina crítica de la
infiltración social-comunista en las filas del clero
católico. A mediados de la década del 80 la
asamblea nacional de obispos del Brasil afirmó que por
"(el) carácter esotérico, el fanatismo religioso,
el culto prestado a su jefe y progenitora", TFyP no contaba de un
lazo con la iglesia, e incitó a la congregación
brasileña a no colaborar ni afiliarse a la
organización. De allí en más esta
formación entro en decadencia y necesito de otro tipo de
organización para continuar con sus prácticas.

[3] El proyecto de la senadora Ibarra modifica,
entre otros, el artículo 172 del Código Civil de la
Nación. Con la modificación propuesta, el texto
legal tendría la siguiente redacción: "Es
indispensable para la existencia del matrimonio el pleno y libre
consentimiento expresado personalmente por los contrayentes ante
la autoridad competente para celebrarlo. El matrimonio
tendrá los mismos requisitos y efectos, con independencia
de que los contrayentes sean del mismo o de diferente sexo".
http://www.semanaprofesional.com.ar/?nota=8740&enviar

[4] Los espectáculos públicos
pueden ser sometidos por la ley a censura previa con el exclusivo
objeto de regular el acceso a ellos para la protección
moral de la infancia y la adolescencia, sin perjuicio de lo
establecido en el inciso 2.

[5] Resolución A/54/4 de la
Organización de las Naciones Unidas del 6/10/99

[6] Verón expresa que en el discurso
político operan las esferas de
“producción”, “circulación”
y “reconocimiento”

[7] De esta manera, el concepto de discurso que
establece Eliseo Verón, permite el análisis de
discurso de texto, imagen y sonido que constan en la
página Web de la fundación: www.fadm.org.ar.

[8] Para designar el acontecimiento singular
que es la producción de un enunciado o de un discurso, se
debe hablar de acto de enunciación. Al mismo tiempo el
autor se refiere a la existencia de distintos planos a la hora de
analizar un discurso. Utilizando la teoría de la
enunciación se distingue, en el funcionamiento de
cualquier discurso, dos niveles: el enunciado y la
enunciación. “El nivel del enunciado es aquel de lo
que se dice (en una aproximación gruesa, el nivel del
enunciado corresponde al orden del “contenido”); el
nivel de la enunciación concierne a las modalidades del
decir.

 

 

 

Autor:

Cristian Marty

cristianmarty_15[arroba]hotmail.com

Quiróz, Martín

Tcach, Ariel

Fecha de entrega: 11/12/2008

Partes: 1, 2
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